Palabras que lleva el Viento

El dulce aroma del loto creciendo sobre los desperdicios arrojados alegra el corazón y  el Cántico al Hermano Sol de San Francisco influye en tu amor a la naturaleza.

En el otoño del 2000 estábamos cruzando la Cordillera de los Andes camino a Bolivia. Una aventura para un hombre solo ,caminando a encontrarse con la historia y la memoria de todos aquellos que llegaron antes que él . 

Iba como un antiguo encomendero español buscando ELDORADO, sin capas ni armadura . Con un cupón de pasajes como espada y un bolso de arcón.

El domingo a las seis estábamos en Cochabamba , en un hotel barato pero limpio. Cumplía lo necesario para que no te afectará el cólico inicial" venganza del indio" a quienes llegaban a esas regiones últimos pensamientos de odio a aquellos que usaron la horquilla del hereje y la espada en la campaña de evangelización forzada de América.

A las cuatro de la tarde en el Paseo El Prado, bajo el alero de un extraño sauce llorón conocí  a un viejo sentado en una banca, sonreía suavemente mirando los pájaros que revoloteaban en el sauce. Un niño encantado musitando una suaves palabras. Viejo cuadro de" Los Juegos Infantiles" de Bruguel . en una alameda sin fin.

Un viejo tostado por el sol con un sombrero negro hablando a los pájaros como si ellos fueran niños. sus palabras parecían el Concerto Nº 4, G major de Johann Sebastian Bach, un misterio en la tarde que caía. Me detuve a contemplarlo,  un viejo chaman indio cubierto con la piel de un búfalo.

Ahí me quedé pegado escuchando al viejo, cuando terminó se volvió hacia mi  con ojos relucientes y me dijo 

-Las palabras son como una melodía , taitita -

Sorprendido no contesté

-Las palabras las lleva el viento en las alas de los pájaros a los rincones más ocultos y lejanos y ahí se abren como las flores del campo en primavera- dijo el viejo

Yo mudo

Las palabras son lo único que queda cuando mueres  y esas son tu epitafio - se dió media y vuelta y desapareció en la gran alameda . 

En una tarde calurosa a las cuatro , bajo la sombra de un sauce, un día de otoño, en la bella Cochabamba,al mirar ese episodio del pasado , recuerdo las frases del poeta" Ningún poder sobre la tierra podrá arrancarte lo que has vivido".